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64 Paz interior. ciar toda salida , y aumentar siempre sus aho- gos. Descansad pues gustosamente en el que os ofrece tanta confianza y seguridad sobre la conducta de sus fieles Ministros. XXIV. Nose os permite renovar las confe- siones pasadas, ni dilalaros cuanto quereis en las presentes. Y ¿qué es esto? No es otra cosa que abreviar vuestras penas; y asi se Os Ofrece otra tanta seguridad de conciencia, como de quietud á vuestro espiritu. Cuando fueran es. las eonfesiones todo cuanto vosotros os figu- rais, y en vano procurais persuadir á vuestro Confesor: cuando ellas fueran nulas, y por eso deseárais sincera y ardientemente reno- varlas ; y cuando por una religiosa deferencia ú un Confesor diestro, que os dice que no las renoveis, dejasen de ser integras por la misma autoridad ; esa que vosotros haceis aho- ra, las confirma todas, porque es una reno- vación virtual ; y aunque no os hayais con- fesado sino de los pecados veniales : todós los vuestros quedan perdonados, Todo buen Teó- logo sabe la razon; y esta es, porque la in- tegridad necesaria á una buena eonfesion, no consiste en confesarse con la mas menuda axac- titud, de todos los pecados, sinó de aquellos que nos permile confesar la direccion y pru- dencia de unos sabios Confesores. Todas las otras quedan virtualmente renovadas en la confesion que entónces se hace, y todos los pecados quedan perdonados á un mrismo tiem- po. La discrecion pues, y la prudencia os encargan sobre todo , la obediencia , y que no