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44 Paz interior. plicacion de este gran negocio. Mas por no omitir lo que pertenece á esta materia, ceni- remos nuestras reflexiones á algunas máximas, huyendo de una proligidad escesiva. Fi. Nace el eserúpulo, unas veces de la falta de discernimiento entre el pecado mor- tal y el venial; entre el pensamiento y la re- oa y entre la pasion y la voluntad; entre la negligencia y el consentimiento: otras de una Dio melancólica , que llena el enten- dimiento de pensamientos tristes, y que hace accesible el corazon á todo lo que lo puede alligie; y algunas de un grande encendimiento de cabeza, que dá una fuerte tension á las libras del cerebro, dissponiéndolas para recibir diversos movimientos , asi como las cuerdas muy tiradas de un instrumento músico: y de aquí viene una confusion de pensamientos, ya de la. timidez natural, que se rinde con faci- lidad al espanto; ya de la vivacidad de la ima- ginacion, que pinta vivamente todo lo que le atemoriza y se lo presenta al alma, de modo que la es muy dificil no ocuparse en ello; ya de ua deseo escesivo de lograr la certidumbre, ento que mira á la salvacion; ya de una con- ducta misericordioso de Dios, que quiere pu- Vilicar el alma por las penas del espiritu, mu- cho mas seusibles, que los dolores del cuérpo; ya de la malicia del Demonio, que intenta afli- irá nn -. mocente , cuando no puede per- vertirla; ya finalmente de una secreta soberbia, por cuanto quiere esceder, y ser excelente en toda linea, 'y asegurarse y conducirse por sí