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remedio. Ab! ¿De qué remedios puede espe- e un favorable suceso, en gracia de aque- i1oS.q. qui > jamas aliviaron.,, n1 sus propias reflexiónes , ni lo que han padecido del furor : 120 105 escrupuios, ni la espé riencia de haber sido turbados comunmente por nada, ni el conocimiento de la sutileza de su imaginacion cien veces convencida de ridicula,. ni. la pa- ciencia y autoridad de sus Confesores? Sin 'Inbargo, á medida de la enormidad. del mal, Je cobrar animo nuestro celo;. pues no es mal sin remedio,..ni es imposible su alivio; y lal vez por falta de aplicarseles, se aumenta la : enfermedad todos los dias, eon unas con- ñ S mMUY JUN perdida de la. paz del alma, noes la Menor ; mas sin embargo de ser grande, sea la que fuese, noes esta siempre la mas consi. derable. Ay demi! ¿4 qué desórdenes tan hor- ribles pueden llegar por unas pasiones fogosas y. desenfrenadas, y por un génio. ardiente é impetuoso , aque los s, a quienes el mismo ser- vir .a Dios es un tormento contínuo? Se han visto eserupulosos , que escitaban la compasion en los demás, venir 4 rar en libertinos, que causaban escándalo y horror. De otra parte, merece su piedad singularmente nues: tros cuidados, y no es menester otra cosa que su .docilidad, para asegurar el fruto. No es esie el Juzar de tratar á-fondo una mat ria, que han tratado muchos sábios Autores : y pa- sarizmos de los términos que nos hemos pres- Crilo, si nos deluviésemos en la menuda es-