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nm 42 Paz interior wa. ella un 1 w de horror,-y de tormentl i ¡ Ena, triste, oprimida , y fuera de si mism ] se ela a llorar, y se abandona á las lágrimas Ah ! Qué lio tan corto para asegurarse en situacion tan desesperada! El hombre mas bá baro , siend tigo de su deseracia, no pue detener, ni negar las suyas : mas las lágrima Do curan su enfermedad , antes al contrari: el enemigo que la cerca se ensobervece ., y si muestra mas orgulloso con su flaqueza. Y ¿podrá es Ilma Zav alguna paz en este lado d mta lástima ? 1 llegaria á S- 8 nm K ntar o i taria, estando atormen A 4 y k Ñ una tortura cruel MH. Apenas hay objeto mas. di no de e pasion 2 el de los 'escrupulosos. Estos ti men a Dios, pero el ter : 3 sirye d plicio ¡ aman , pero el no ¡ j ¡ gun consuelo: le sirven, pero le sirven como esclavo idan' oprimidos bajo el y > de su yugo , cuundo este es alivio y reposo para los otros hijos: la mayor parte de ellos tienen las mas bellas di OSICIONES para esta dichosa paz del alma: « ' ber, la soledad, el y gimiento, la mortificacion, y' otras. Y solo el erupuloso vuel inútiles fodas sus virtu des, y ordinariamente las pierde. Estos, en fin, n los justos, quie á un mismo tiempo son dignos de envidia por su virtud; y por lo mu cho que padecen, lo son de comba ' ' con 10H ' estan tolerando , y sufriendo en esta vida n parte delos tormentos de Ja otra: mas si mal los afligo ; i