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' | 36 Púz Interior resistencia fuerte y resuella., pero , firme y tranquila; y este es el justo medio , que yo os aconsejo. Sin ella estareis faciles a deseon- certáros , os faltará tiempo para reponeros ,! y el demonio tendrá siempre en la tentacion un recurso seguro, para haceros perder la paz del corazon, el: recogimiento del álma y la union de la piedad. La paciencia, la vigilan- cia, la oracion, la confianza en Dios, la des- confianza de nosotros mismos, la fuga de las ocasiones de pecar, la ruima de las impresio- nes de la tentación cuando viene, y su olvido cuando ha desaparecido, deben ser el objeto de todo nuestro cuidado. CAPITULO VI. Olros impedimentos de esta paz. Aun ¡hay muchas cosas, que turban: la paz inte- rior, y las tocaré aquí ligeramente , por no ser demasiadamente difuso , ni molesto. Estos son ya los cumplimientos y embarazos sordos de la. politica, siempre incómoda , siempre «cu- bierta de espinas, siempre ocupada en aparien- cias. siempre desigual y sin consistencia, y muchas veces falsa 1: ya las amistades muy humanas: que nos. atan, nos disipan,:y nos sujelan. 4. unas atenciones escesivas contra el $ 1 Vi duplex animo incoustans et in omnibus viis suis ac. 1,