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34 Paz Interior. igualdad de pereza, Al contrario esta paz; es un equilibrio, adquirido á fuerza de cuidados; un descanso en Dios, y no un estar amorta- jado y sepultado en si mismo; una regulari- dad de movimiento, que las pasiones domadas no alleran , y no un profundo letargo, á quien ninguna cosa inquieta ni despierta ¿un alimento delicioso, sacado de un Leon. abatido, y no un sueño vergonzoso, cogido.en un lecho de- licioso. Este maná, escondido. en el corazon, es el precio de nuestra victoria, y de una vie- toria universal, que no conseguiremos hasta des- pues de muchos combates. suíridos con un Corage prudente, y con una paciencia laborio- sa: Consilio et patientia. Los que se conocen llevados á la indolen- cla, deben sia cesar praeticar las diligencias de despertarse á si mismos , «omo suele ha- Cerse para despertar á un alelargado, y avi- varse por la accion, y por el trabajo manual, omo se ejecuta para lograr el movimiento de los miembros entorpecidos é impedidos de un paralítico. Uno de los grandes Maestros de la vida espiritual (el Padre Seurin), aconsejó en este caso las austeridados Corporales, que son como una espuela que hace salir al alma de su lentitud ; pero es necesario para estos ejer- cicios ásperos , una conducta de mucha mo- deracion.