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Obstáculos, y medios para vencerlos. 29 los ojos, giradlos por vuestro empeño y apre- suracion sobre vosotros mismos: por aqui ase- gurareis el primer fruto de vuestro celo, y este os dispondrá al segundo. De otro modo, de temer es que perdais á vuestros prójimos, y que no hagais otra cosa que añadir el mal que os conturba, la apresuracion arrebatada que os ciega. e Para moderar este celo impaciente, es ne- cesario considerar despacio los inconvenientes que lo acompañan, 0 siguen ; y estos son: la precipitacion, la turbacion y el escándalo. Re- primid la cólera, suspended por algun tiempo las reflexiones; y antes de obrar, detenéos cuanto se pueda sia inconveniente : esperad; porque un movimiento mas tranquilo, es el que caracteriza en nosotros el celo que pro- viene de Dios. CAPITULO HI. La actividad natural. E ardor del natural, que hace, que el hom- bre se apresure y apasione facilmente, tiene casi los mismos caractéres que-este: celo. im- petuoso , y la misma oposicion y contrariedad con «la paz interior. Me atrevo a: decir que, esta actividad es comunmente el origen; por- que es mas ordinario , ser activo é impaciente, mas por temperamento que por celo. 1d sí

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