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Práctica. 335 Director cuando se quiere escuchar y se sabe entender: y propiamente este es solo el que di- rige ; porque los hombres que emplea en este santo ministerio, no son sinó Sus iniérpretes. Toda su autoridad se cierra á hacer reconocer á las almas que conducen , sus deseos sobre ellos y hacerlas discernir su voz. Para -.enten- derla es, necesario estar atento, y. lener sin cesar el oido á la puerta del corazon; por- que estelhabla +, y habla al oido ?. Esta aten- cion no es una aplicacion penosa, sinó un si- lencio dichoso y tranquilo. Un alma siempre cerrada en, si misma ; siempre unida á Dios, atenta a sus palabras , dócil á sus impresiones, goza. de una paz continua de. la,cual: no sabe esplicar la dulzura ni estimar el precio 3. .Siem- pre. dirigida por el. Espwitu Divino, que no cesa de inspirar cuando no se cesa, de respon» der á sus inspiraciones ; sus deseos son justos y moderados; sus acciones arregladas y santas; las pasiones sujetas; sus discursos sérios ; sus modos grayes; sus intenciones puras; Y en fin su vida toda celestial: y 4un me atrevo á decir toda divina; y este ya no és el que vive, porque es Jesucristo el que vive.en él. Es tiempo de poner fin á este tratado, ya muy estenso. No acuerdo aquí todas las cosas de que hablé en la teórica ; porque su prác- 1 Loquar ad cor ejus. Ossc, 2, Y, 14 — 2 Audi, filia, etvide , etinclina aurem tuam, Psalm. 44. — 3 Uli- nam'sic tecum' esset, et ad hoc pervenisses , Ut... ad nu- tum méum purd stares | Tunc ... Tota vita tua in gaudio et pace transiret. Imit. Christi, lib. 3, 6ap. 32.