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Práctica. 551 hartara ; y no olvideis en lo venidero que la paz interior no se conserva sinó en la sobriedad. La serenidad del alma es preferible á los gustos del fervor. El Esposo convido a la Es- posa á la dulzura de la primavera, no al ar dor de la canicula 1. Y el vino que la da es templado 2: y cuando la hace beber hasta una embriaguez santa, no produce otra cosa que el dulce reposo del alma, y el tranquilo mo- vimiento del corazon 3. CAPITULO XI. Fidelidad en seguir el movimientto :inlerior. 1. Jamás habrá verdadera paz, mientras se resista a Dios: y desgraciado el que ha- llase alguna tranquilidad, «oponiéndose '«a «lo que Je pide; pues ño cediendo á la impresion del Espiritu Santo, seria este el que «cederia a su resistencia. ¡Y qué desgracia no es'que Dios nos trate como á las Naciones á quienes no manifiesta la santidad de sus caminos y los deseos de su sabiduría ! Id pues como los mis: leriosos animales de Ezequiel, por donde os 1. Propera et veni.... Jam enim hiems transit, Ñores ap- paruerunt, vox turturis audita est, ficus protulit grossos suos; vine florentes ¡ddederunt odorem-*suum, Cant. 2. — 2 Bibite vinum , quod miscui vobis. Prov 9, Y. 5. — 3Bibite el inebiiamini, charissimi. Ezo dormio, et cor mean vigilat.. Cant. 5.