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510 Paz interior. lo son para vosotros, no lo serán sinó mien. tras esteis desprendidos , hasta separáros sin pena y sin dilación por toda vuestra vida, á la primera señal de la voluntad de Dios. Cuanto la. inclinacion á un.amigo es. inocente, tanto es necesario deseonfiarse de él. Asi como no hay cosa eomparable con un buen amigo, como dice el Sábio 1; asi nada Os será lan dañoso como'un amigo disipado-ó tibio , que no conocerá vuestra vocacion ó querrá con- tradecirla ú- oponerse á ella, y no sabreis conservar la paz con él y con Dios. Los en- tretenimientos con los amigos piadosos, son útiles; pero fácilmente pueden degenerar en pasatiempo y disipacion. Muchas veces despues de haber avivado el feryor en el primer cuarto de hora, lo enfrian en el segundo y lo apa- gan en el tercero. Escuchad aquí al prudente Kempis 2: «Buscad el retiro: amad el estar »solo con vos mismo y no deseeis la eonver- »sacion de alguno; antes bien aplicáos á orar »con fervor á fin de conserváros en la com- »puncion del corazon y en la pureza de la »conciencia. Mirad como una nada á todas las »Criaturas; porque cuando busqueis la conso- »lacion en alguna , no podreis gozar de la dul- »zura con Dios. Debeis pues apartáros de vues- »tros “amigos y de vuestros conocimientos , y »poneros un entredicho géneral en toda na- »Iural satisfaccion. Un espiritu flaco aún y en- 1 Amico tideli ON est comparatio,Eccli. 6, n. 15. 2 Lib. 3, cap.

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