BFCANT00059270000000000000000

RA A ii NES 308 Paz interior. tás tomó la miel con la punta de la lanza sin detenerse. Dejad á las gentes del siglo sus di- versiones , sus negocios ; sus intrepideces ; va- nos entretenimientos para un alma. que sabe pensar 1. El Reino de Dios está dentro de vosotros mismos : Y ¿qué mas podeis desear? Si os destierran lodos los usurpadores , Dios reinará tranquilamente en vosotros , Y gOza- reis en él de una paz profunda; pero mien» tras conserveis en vuestro corazon los dos po- derosos competidores , el amor de Dios y el amor propio , sufrireis los debates interiores y los dolores de Rebeca ?, Y cuando podais dar reposo á un desgraciado puesto en la lor- tura, entónees podreis esperar gustar la paz del alma en este estado violento. VI. No desceis verlo que no es licilo gozar 3; y cerrad á los objetos exteriores las: avenidas de los sentidos ; porque un alraa que está siempre á Jas ventanas, nO puede estar recogida y en paz 4. ¡Extranjeros! id vuestro camino, mirad vuestra Pátria y apre- suráos por llegar á. ella. Si es necesario co- municáros á criaturas, sea á la: puerta de vuestro corazon, sin abrirla y como por en- medio de la reja. En habiendo respondido suficientemente, tivid la cortina y olvidadlo todo. Volved á entrar tedo solo en vuestra celdi- lla interior, si quereis hallar el reposo en ella. 1 Dimitte vana vanis. Imit. Christi. — 2 Genes. cap. 25, Y.22. — 3 Quid cupis videre, quod non potes habere? Imit. Christi. — 4 Quid hic circumspicis, cunl iste non sit locus tuz requietionis ? Ibid.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz