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Prástica. 297 vez , siaquellos á:quienes la confio. lo juzga- sen á propósito, por ser este el gusto de Dios que debe ser el mio. Si juzgan Mis examinadores que no he tra- bajado sinó para el fuego , debo ejecular su sentencia tranquilamente; y si ellos mismos lo ejecutan, les sabré dar las gracias de haberme escusado este trabajo. El mio nunca se ha perdido si no lo estaba ya; porque el mérito de lo que se hace por Dios mo depende del efecto. Si al contrario, mis “examinadores se engañan , y el público no hace caso de una Obra que ellos habrán creido no poderles ser útil ; yo debo estar contento de su equidad y de su discernimiento, y dar gracias al Señor, de que no permite que una obra ¡inúlil ocupe a las almas santas , y llene el. precioso tiempo á los pios lectores. Estas disposiciones interio- res que deben dirigir mi trabajo, no pueden obrar en- mi sinó la paz, y seguramente seré menos apresurado de lo que soy, si estoy tan inclinado á ellas como debo estar. Y si este libro logra ver la luz y fuese bien reeibido, pido á las buenas almas que lo lean, que rueguen á Dios por mi á fin de que su Majestad me corrija y me perdone. X. Aunque yo no dé aquí sinó máximas comunes para todas las acciones, sin hablar de alguna en. particular, porque la necesidad de conservar en ellas la paz es siempre igual, y¡ los medios con poca diferencia son los mis- mos ; sin embargo hay una que pide avisos particulares, porque se oíreve muchas veces