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2714 Paz interior. 111. Cuando algun deseo os dá prisa, de- ciros á vos mismo: ¿Qué es lo que yeo? y ¿qué es lo que me apresura lanto? Porque se falta mnchas veces y se yerra con buenas in- tenciones, por no profundizar en si mismo; y no se sabe bien poner en limpieza las ideas y en órden los proyectos, El demonio y el amor propio, que se esconden en los pliegues áel corazon, solo femen la vista de nosotros mismos con la cual nos sondeamos sin lisonja; porque entónees buscan nuestras verdaderas in- tenciones en nuestros mejores deseos. Procu- remos pues deseubrirlos por nuestros movi- mientos, y nos presentaremos todos enferos á nuestros propios. ojos. Sin esto jamás habrá un discernimiento justo: de lo que mira á la vida interior, Vuélvanse á buscar en mil ocasiones secretamente y se dará con las ilusiones. Pre- guntáos á: vosotros mismos cuando vuestra ac- tividad os llena de deseos, y vuestros pensa- mientos.se. presentan en tropa y. precipilada= mente á vuestro corazon: ¿Cuál es el fin que yo busco con tanta prisa? La gloria de Dios? Mi adelantamiento espiritual? El de mi proji- mo? Porque cuanto puedo decir eristisnmamente se reduce á esto; y todo lo que no conduce á este fin, 6 es nada ó corrupcion. Estos tres objetos se unen en uno que es , el cumplimiento de la voluntad de Dios; pues yo no debo pro- curar su gloria, sinó del modo que él quiere; y mi adelantamiento espiritual consiste en por- tarme mas conforme á su voluntad ; y no debo trabajar por la salud del prójimo,. sinó con la

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