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Práctica. 257 mos con quejas vehementes , sin órden ni aten- cion, con los flacos principisntes á quienes antes convenia alentar con elógios. Pero lo mas deplorable es, que despues de haber es- citado la. turbacion sin algun fruto, queda este todo satisfecho de si mismo, se aplaude en secrelo y dá inciensos á este celo impru- dente , á quien tiene por su idolo 1: y mu- chas veces se ingieren á dar lecciones de vir- tud, y á vengarse de los ultrajes, cuando no sun nas que novicios en la perfeccion 2. Y DO son pocos los que caen en esta impruden- cia; porque son ordinariamente los mas ar- dientes , y los menos ilustrados. Pero la ver- dadera y perfecta justicia, está Nena de com- pasion y de caridad; asi como la falsa 6 imperfecta no muestra sinó indignacion y desdén 3, VI. Haced sérias reflexiones antes de re- prender, y ahorrareis agitaciones enfadosas en la reprension , y pesadas repeticiones des- pues de haber reprendido.-Ved si lo que Os parece defecto y defecto grande , no es mas que una simple falta y falta muy ligera, en que la flaqueza y la sorpresa han tenido mas influjo que la malicia y la reflexion. Esperad un poco, que el tiempo os hará conocer, si el hábito, si el escandalo , si las conse- cuencias peligrosas de esa falta , son tan im- 1 Idolum zeli. Exech. 8 ,»Y.4 — 2 Idolum zeli in ipso introitu. Ibid. — 3 Vera justitia compassionem habet, falsa justitia dedignationem. .. S.Greg. Mag. hom. 34, in Evanq.

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