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246 : Paz interior. el que puedo aliviar, y librar de una y otra; y el que la hago , hasta hacer partici- pantes de mi Santidad á las almas que, bien £onvencidas de sus miserias y de su nada, es- tán enteramente distantes de apropiarse su vir- iud y de robarme la gloria 1, Pero vosotros á quienes ordinariamente tur- han los pecados, leed esto de tiempo en tiempo para estar prevenidos en la ocasion ; leed tam- bien el combate espiritual; y sobre todo, las obras de san Francisco de Sales ?, que pa- rece no respiran sinó confianza y paz, en medio de nuestras miserias. Mas no sabreis preveniros bien contra la turbación que os >áusan vuestros pecados, por ser esto ordi- nariamente lo mas dificil de ejecutar, y ser las ocasiones inevitables en esta vida ; pero sa- bed que no cesaremos de pecar, mientras no cesemos de vivir;í y cuanto mas nos sorpren- damos y melancolicemos por nuestras fallas, nos serán mas necesarias; y Dios las permi- tirá, para que curemos de nuestra presuncion; pero cuando no esperémos de nosotros otra eosa que el pecado, entónces este nos dejará de turbar, XI. Aunque os he mostrado no solo la con- fianza, sinó tambien la simplicidad con que debeis volver á Dios, cuando os hayais ale- jado de él por el pecado; no puedo poner fin 4 Ego sum qui mcerentes erigo sopitate , et suam cog- noscentes infirmitatem ¡ad meam proveho divinitatem. Ibid. 2 En la misma Imvrenta de Cuesta, se hallan de venta.