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Práctica. 245 los muy elevados 1. Aprende pues, aprende ' humillarte y á seguir las sendas comunes, ES spiritu vano y singular : porque los grandes »ejemplos de virtad son para ti milagros, no > delos Y Asi le habla el demonio, no te- miendo usar del lenguaje de los Santos imspi- rados para engañar a los Siervos de Dios; pues él se sirvió de él contra si mismo , para ten- tarlo en la asunta humanidad. Pero ¡ qué ¡lu- sion tan grosera! Un principiante sin instruc- cion como sin esperiencia, apenas puede ser engañado con ella. Dios ¿se rie de un almo cuando cae? Y hace de su celo y de su fer- vor , materia de vituperio? Haberle querido servir, ¿es crimen cuando llega á ofenderle! Pero esto no pide mas largo exámen, Debeis pues entónces armáros de- fuerza, flaqueza principiante! Pero vosotras ¡almas generosas! cuyos primeros pasos en la virtud son dirigidos hácia la perfeccion , vosotras debeis oponer la verdad á la mentira, el valor á la tentacion de la pusilanimidad, y responder al enemigo asi: «Retirate de mi Satanás , ó discurre otras bestratagemas ; porque tu malicia te cubre mal >con esta. Lo que tengo, que reprender en mí, noes la infidelidad de mis ejercicios. No »es haber querido amar á mi Dios , pues para eso me ha dado el ser; sinó el haberme in- aclinado á las criaturas, de las que no debia »haberme servido, sinó para caminar hácia »mi último fin: Si, yo he querido unirme á 2 Noli altiun sapere. Ep. Rom. cap. 11, y. 20.