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Práctica 217 lieran frecuentemente en afectos siempre ani- mosos, y siempre propios á consolar las al mas y á. poner en fuga á.los. demonios. Aqu les. pondremos algunas. de estas elevacior afectuosas de las cuales se: podran servi mente ; pero deben siempre preceder aq que la esperiencia haga conocer que son mi penetrantes, Ó. las que su coraz ducirá súbitamente de si mismo. « Vos. sois. Señor;, en quién yo he puesto >»mi esperanza , y. por. esto: jamás seré confun- »dido. Para vosotros'¡ Espiritus'soberbios.y obs »tinados ! ¡Demonios rebeldes | Para vosotro: »es la desesperacion y la.reprobacion , y no para » un alma De nitente. y bumillada'; que gime si »cesar todos los «dias por: el mal que ha hecho »La od de vuestra, sangre ¡Señor mio Je »sucristo! es grande, Todo el mundo halla en ella upa sobreabundante Redención; y basta- »ria para millones de mundos, .y para los mis »mos . demonios, si, fuesen capaces de peni- »tencia, y de salvacion como yo. ¡Ah! Cuando »mis pecados fuesen mil veces mas enormes y »en Mayor número; mis malyadas pasiones »mas violentas y mas horribles; y. mis faltas ordinarias mas frecuentes y de mas adver» »tencia, á nadie temeria: tanto. como al. mu »cho temor. Cuando mis heridas fuesentodos los dias mas considerables, mientras consers »la voluntad de levantarme , mientras yo me »mantenga con el deseo de ir á vos, ni »sesperaré jamás, ni de ymestra gracia par convertirme, ni de yuestra misericordia vara