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211 ARTICULO VI, 'Seguridad interior en las tentaciones contra la Esperanza. 1 Despues de las tentaciones contra la Fé, de que acabamos de discurrir; las que envisten á la Esperanza se siguen aquí, como en su propio lugar. Estas se dirigen todas pro- piamente á turbar la poz interior de un alma que no descansa en Dios, sinó porque conoce su bondad y gusta de su presencia; y porque si él se esconde en el tiempo de esta vida, espera verle y poseerle en la eternidad de la Otra. Mientras el Justo tenga su apoyo en una firme esperanza, jamás se verá alemorizado, dice un Profeta grande *. Pero si este arrimo le falta -ó: titubea en su mano ¿cómo podrá mantenerse firme? El temor del Señor, que sería su consuelo, no estando moderado con la humilde confianza, no será otra 2058 que su tormento. Este era su Dueño dulce y atento, que lo instruia y protegía, como dice san Agustin 2, pero ya no será otra cosa, que un Censor terrible, que le hará sufric lo que ape- Mas padeceria de un enemizo declarado. Por eso dijo Job: Los terrores del Señor militan contra mí 3. Los golpes imaginarios de la ira 1 Paratum cor ejus sperare in Domino confirmatum est cor ejus: non commovebitur, Psalm, 111, Y. 7 et 8. 2. Est custos timor- quasi pedagogus. S. August. € , E 3 Terrores Domine militant contra me. Job. 6, Y. 4.

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