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199 ARTÍCULO IL Seguridad interior én las tentaciones de blasfemia. Monso os enviste alguna horrible blasfemia, sugerida por el demonio ,-que es cuanto pue- de inventar el infierno. Y ¿qué habeis de ha- cer? Reconoced luego en estos tiros pero sin alteráros , la malicia de vuestro enemigo, y no la corrupcion de vuestro corazon; el que tiene á su fayor una conjetura y es, no haber podido producir jamás cosa semejante, áun cuando la mayor disipacion le hacia manifes- tar cuanto tenia de malo. Aún hay otra con- jetura de mucho consuelo y esta es que, el demonio que os aflige, no os tiene en el número de los suyos: porque á estos no cui- da de inquietarlos. Él os tiene un odio mor- tal; y casi desesperando de atormentáros en el otro mundo , quiere satisfacerse en éste; y sintiendo que no puede venceros, se esfuerza para atimidaros ; y no pudiendo abatiros, as- pira á fatigáros y enflaquecéros, para comba-= tiros despues con ventaja , cuando esteis apu- rados de luchar con estos fantasmas. Pero en fin, despues que el Hijo de Dios hecho hom- bre, fué tentado del mas enorme detodos los crimenes que fué de adorar ul demouio y de reconocerlo por su Dios; y mo desechó esta lentacion sinó respondiendo al tentador tran-