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Práctica. 197 carlo afuera y tener el gusto de deshacerio en campaña rasa. ¿Estais fuera de vosotros mis= mos? Hé aqui todo lo que el demonio se pro- metia de su primer choque. Y asi cuidad que el segundo no le salga tan bien; y estais en este peligro, si no os dais prisa de recobrar á su costa con una profunda paz, la ventaja que ha logrado de vosotros. MIL No es haber vencido una tentacion, haber salido de ella lleno de turbacion, no por cierto: porque solá una turbacion es una tentacion muy grande; por cuanto en ella no ocurren sinó. tristes pensamientos, capaces de desalentarnos. La obscenidad, pesar, tris- teza, despecho, celo , desconfianza , desaliento, todo renace entónces y se vuelyen a juntar en nosotros y contra nosotros ; el escesivo temor de una tentacion hace renacer casi-todas las otras, porque la turbacion remueve todo el fondo del alma y entónces, cuanto estaba adormecido en nosotros se despierta; asi como las heces caidas en el fondo de un tonél , se mezclan con el vino desde que se remueyen. En este éstado, no se conoce á Dios sinó eonfusamente ; no se sabe discernir ni la dis- lancia ni su cercania; y es tenido como de los discipulos de Jesus, Ó por un Espiritu que engaña *; ó por un fantasma que atemoriza 2, No se reconoce mas en si mismo : 20 se halla ya en la serenidad de su alma , ni la delica- 1 Conturbati verd, et existimabantse spiritum videre. Luc. 24, Y. 37. — 2 Turbati sunt, dicentes: Quia phan- tasma est. Et ore timore clamaverunt. Matth, 14, Y. 26,

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