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20 Paz interiór. gimiento de atencion á nuestro interior, de posesion de nosotros mismos, nada pasa ro de nosotros , para lo eual no nos hallemos upercibidos. Vemos la tentacion -en su princi- pio mismo , cuando aun está sin fuerza. siendo entonces facil impedir sus progresos. En este Hencio Interior, se percibe luego el movi miento de aquella flecha, que vuela ligeramente durante el dia; y de aquel. enemigo, que ca mina secretamente en las horas de las tinie blas *.-Mil saetas caen burládas á' nuestro lado izquierdo, y diez mil al derecho, sin haber- nos herido alguna. Nuestra fuerza , nuestra sa lud: y muestra felicidad están en el reposo y en -el silencio 2. Nuestra alma toda recogido y por decirlo asi reconcentrada en sí misma, es fortisima, y como impenetrable á sus ene- migos , sostenida. de las gracias especiales, con las cuales recompensa y premia Dios $u- fide- lidad. La turbacion al contrario, nos agita de todas partes, nos desconcierta-y nos vuelve tan fa- ciles a ser vencidos, eomo un ejército puesto en desorden en que no se distinguen los Compa- eros de los enemigos ,. ó.en el que las órdenes estuvieron mal dadas y peor ejecutadas, ó en el que el número de los Combatientos, que debian aplicar toda la fuerza y la industria pora resistir, no hace mas que aumentar -k confusion. El gran secreto para vencer en lus u lA sagitata volante in d , 4 negotio perambulante in tenebris. Psalm, 90. — 2 Si y ver 101 et qui scau vestra Asaí. ers in silentio , etin P mi