BFCANT00059270000000000000000

Práctica. 155 Ni temeré deciros, ni vosotros debeis temer el pensar, que es necesario hacer esta grande obra con la misma tranquilidad, que los otros ejercicios piadosos, aunque con diferentes eui- dados. Ni quiero que desprecieis las disposi- ciones necesarias para comer este Pan del Cielo : pero deseo mucho que hagais cuenta con la paz del corazon, como de una de las principales; y esta. es la única que no feneis cuidado de adquirir, y que.os parece teneis obligacion de desterrar. Vosotros ¿os probais a vosotros mismos? Bien lejos. de oponerme á esto, os lo exhorto; y no sabreis excede- ros en esto, mientras vuestra prueba no sea otra que aumentar la humildad , el amor de Dios, la confianza en él y el deseo de reci- birlo; no la turbacion, los temores y la fuga de este, que es el soberano remedio de to- dos nuestros males. No quiero aprobar la se- quedad de vuestro corazon : al contrario, os aconsejo que no la aumenteis con el calor de vuestros deseos y con la vivacidad de vuestros movimientos ! Desgraciada tranquilidad la que procede de la indiferencia para Dios! Si: mas tambien es desgraciada la apresuracion, que viene del amor escesivo de si mismo. La tran- quilidad que produce el amor arreglado de pno y otro, es la que ocupa el debido medio. Preparáos, pues, lo mejor que podais para esta grande aecion, sin contar mucho con vuestros cuidados: amimad vuestro celo sin perder vuestro reposo : esforzáos dulcemente, moderad vuestro ardor, poseed sin indolencia

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz