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140 Paz interior. escondido, que os es inaccesible. Este es, la parte superior de esa alma, donde reina soberanamente la razon sobre los apetitos ; la fé sobre la razon; y con la razon y la fé, todas las virtudes. Cerráos, pues, en el ga- binete interior, y retirados en él, esperad que venga la tranquilidad. MI. Llevad con paciencia lo que no podeis impedir; porque para vosotros es un gran mérito saber sufrir vuestras propias faltas. Este desórden interior que causan las pasio- nes alteradas, es una consecuencia del pecado, y del desarreglo de la naturaleza , pero tam- bien es remedio porque escila nuestra natu- raleza, ejercita nuestra paciencia y humilla nuestra arrogancia. El Hijo de Dios, vistién- dose de nuestra carne, sin tomar sus flaque- zas, hahecho de las unas, remedio para las otras. Pedidle enhorabuena, que os libre de esta corrupcion que os inficiona; que apague este fuego que os abrasa; que haga cesar esta guerra intestina, que os dá tan violentas agi- taciones: porque no es necesario mirar con indiferencia estos movimientos, que nos llevan el pecado ó que nos arrojan á la turbacion; pues esto sería consentir en él secretamente, ú axponerse á él por negligencia. No sufrimos estas alteraciones con fruto, sinó cuando ejercilan nuestro yalor y muestra tolerancia; mi Dios las vé con gusto”, sinó cuando hacen que triunfe nuestro amor; y asi llamadlo en vuestro auxilio, porque él solo puede sosegal esta tempestad. Mas si os parece que duerme