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Practica. 139 guir este santo reposo , será medio para apar- taros de él , porque no se alcanza con la vio- lencia la tranquilidad. A un enfermo no se le exhorta á fuerza á que duermo, ni haciendole largos razonamientos para probar la necesidad de dormir, ni gritando en tono muy alto, á los que hacen ruido; sinó dando remedios propios para que duerma, y guardando si- lencio : él mismo apartaria, el sueño de si, si lo solicitára con ánsia y econ mucha dili- gencia; porque este viene, desterrado el cui- dado, la inquietud y la reflexion, á quienes mira como.contrarios; y sin ocuparse con afán en desearlo, ni en los medios de con- seguirlo, porque este ardor acalora y cáusa mas desvelo. MI, Debeis, pues, entrar dentro de vos- otros mismos si quereis hallar la paz, porque ella reside en lo mas intimo de vuestra alma. Si no la hallais luego, será porque no pene- trais los adentros de este Templo interior; y porque en vez de estar en el Tabernáculo, donde arde la lámpara del Señor, y donde se percibe el olor de sus inciensos; y en lu- gar de penetrar hasta el santuario, en que reina un eterno silencio , os quedais en la plaza que está delante del Templo, donde os acosa el concurso, y donde las víctimas que se han de sacrificar, se resisten y hacen mucho ruido; os deteneis por decirlo asi, á la parte de afuera de vuestra alma, donde dominan las pasiones; y puede ser que áun ignoreis, que en ella hay un Jugar mas sagrado y