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122 Paz interior. ran , cuando los ejemplos de los Santos mí lo probaran, vosotras lo conoceriais bien mas sólidamente piadosas ! Verdaderas h jas le la Providencia! que no comeis sinó su pa que D divertis sinó Gon sus pensamientos, ni óbrais sinó conh sus movimientos! Él os leva, como una Madre ul bio, que aún n a visto la luz Ñ Qué reposo no gozais en su seno! €u verdad Os defi nde por todas partes como un lo impenetr: bh] S de los colpes contrarios del día y de la noche ?, y su po- der los rechaza y si los deja llegar por al gun lado, Jos recibireis, no como dados de la enemiga mano que los saende , sinó como gobernados por esta bondad paternal, que no hace sinó heridas útiles que las cura cuando julere. Si sabeis de su misma boca, que ño puede perecer mi uno « vuestros cabellos, poseed vuestra alma en la paciencia 3, Yo no hablo quí de vuesfro amor á la Cruz, fundado so- bre lo que Cristo la ama: ni digo que reci- bais las adversidades con alegría, pero si con una santa desconfianza de vosotros mismos, ya que nó conoceis su ufilidad y vuestra fa- queza. Ni digo que admitais las prosperidades con reconocimiento , pero si con temor : por- Ll ( portami hi1 4 méo utero, qui géestamini 4 meá vulva. [sai. 46, 3 2 Scuto circumdabit te veritas eyus: non timiel 1 UImOore ñoctórno, há sagiti4 volante in die, - negotio. peran 2nté 1 tenebris. Psalm. 90 3 Cafíllo pile vestro non perabit: in patientiá vestrá vossidebitis Luc, 21,