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118 Paz interior. Dios por amor, descansa en él como .en su centro; y en vano ha buscado su reposo en todas las otras cosas, como insinuó el Ecle- siástico 1. Y á la manera de un miembro dis- locado, que pasa por todo, porque lo vuel- van á su lugar; asi esta solo encuentra su asiento natural en su Dios. Este fondo de in- quietud , que lleva siempre en si misma, se convierte en fondo de consolación y. de paz, como espresó enérgicamente san Agustin ?. An- tes habia buscado con grandes trabajos su agi- tacion y sus penas; y ahora halla con peque- ños cuidados su reposo y su felicidad , como espresó de si mismo Salomon 3. Al paso con que este. amor se aumenta, sus pasiones se amortiguan , la paz crece, y se halla mas in- tima y sólida. Se mira en este mundo como un horrible destierro : todo la parece extran- jero, nada la asusta , nada la mueye : los pla- ceres de los sentidos la parecen insipidos y a] mismo tiempo insoportables : los bienes ter- renos se le representan frivolos ; y molestos: las ocupaciones de los hijos de los hombres, no son mas á sus ojos que unos entretenimientos pue- riles, suponiendo, que no son acciones cul- pables: los bullicios y ocupaciones del mundo, lejos de interesarla, le cáusan horror: el ol- vido de los hombres lejos de afligirla', lu con- 1 In omnibus requiem quesivi, et in heereditate Domin' mor abor. Ecclesiast. 24, 14. — 2. Fecisti nos, Do- mine; ad te, et inquietum est cor nostrum, donec re- quiescat inte. August. — 3 Modicum laboravi, et in- veni mihi multam requiem, Eclesiast. 91, 335

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