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Medios para adquirirla. 111 que buscó al Esposo con mucha mas diligen- cia, cuando él se le retiró por haberse de- jado sorprender del sueño 1; y su perseve- rante fervor la aseguró una. durable posesion de su amado ?2. V. En segundo lugar: ¿Temeis que Dios se retire de vosotros, porque le seryis mal, y porque procedeis con una pesadez insopor- table en todo lo que pertenece á su servicio; y, ¿Creeis lener todo el motivo de temer, que se aparte, en castigo de una tibieza tan in- grata? Á esto respondo,. que si hay en vos- Otros una verdadera negligencia, teneis mo- tivo. para temer, pero tambien lo teneis de tranquilizaros. Renovad vuestro fervor con exactitud , despertad de este torpe sueño, y asi impedireis que Dios se retire, cuando está a punto de ejecutarlo. Pero si esta pesadez es del todo involuntaria; si es mas amarga para vosotros, que desagradable á Dios; si gemis y deseais sinceramente verla convertida en fervor (vuestro temor me vuelve á*ase- gurar la conducta); y veré con placer los te- mores poco fundados, que os bumillan, si no llegan á turbaros; y asi moderadios, y todo esta hecho.: Esta- pesadez, que sentis para los santos ejercicios, es toda natural, y Dios, des- pues de la gracia del santo Bautismo, no nos castiga sinó por lo que hacemos despues. El 1 In lectulo meo per noctes quesivi quem diligit anima mea; quesivi illum , et non inveni. Cant. 3, y. 4. 2 Inveni quem diligit anima mea; tenui cum, nec di- tittara, Ibid. Y. 4.

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