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rm ' 104 Paz Intérior O por aumentar vuestros méritos. Si es por castigo ¿por qué no volveis vuestro disgusto contra vosotros? Si par mmento de vwes- tros méritos ¿por qué os queja de él? Si as trata como vos merec js, ¿qu leravio Os hace? Si él quiere daros mas de lo que mereceis, hacien: lm ¿4 reconocimiento no le debeis? ¿Temeis que quiera purificáros de vuestros pecados mas fa cilmente en este mundo , Ó que por unas li geras penas os haga muy dichosos en el otro Habeis discurrido bien. Todo lo que llamais rigores suyos, tiene necesariamente aquellos dos motivos. Divs nó aborrece al- guna obra suya 1, y no lama al hombre á su servicio para hacerlo desgraciado. Siempre dichoso en si mismo, no le ha criado á su logreis ventajas el el merilo ¿ qué uno de semejanza para darse ás: la satisfaccion ridicula de verse miserable en su retrato; y cuando lo llama no es para alegrarse de su flaqueza, rechazándolo con la una mano, mientras que lo atrae con la otra. Else alegra de los Cie- los , de la Tierra, de los Elementos, que mide, que sostiene y que muda á,su gusto, sin va- riar_ por esto el órden primitivo de su Provi- dencia ?2..Pero al hombre lo condace con unas atenciones que hace ver, que respeta 3 en él la imágen de su Divinidad: misma. En él mira el fin glorioso porque lo crió; su palabra que 1 Diligis omnia, que sunt , et nihil odisti e j lecists. Sap. 11,25, — 2 Ludens in orbe terratum Proverb.-8, 31. — 3 Cum magni re nos. Sap 12, 18,