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En lo que resta de 1965 y durante el año 1966 los Aucas no aparecieron por la zona del Coca, pero ciertas huellas los delataban. El año 66 se realizaron trece vue– los de inspección sin un éxito inmediato. Monseñor Labaka se halla plenamente comprometi– do en el proyecto Auca y es consciente del riesgo de muerte que ello implica. ¡Animo, ánimo~ le dijo Pablo VI El 1 9 de noviembre de 1965 Alejandro, hallándose en Roma como Padre conciliar, dirige un escrito a Pablo VI. El Papa va a recibir a los obispos de Ecuador el día 23. Alejandro que no se atreve a pedir audiencia perso– nal wpor no aumentar el trabajo de Su Santidad·, pre– senta su consulta por escrito. Tengo en la Prefectura tribus salvajes, conocidos con el nombre de AUCAS, que matan a los que en– tran en sus dominios y hacen también incursiones hacia las partes civilizadas donde siembran el terror con sus muertes. Recién nombrado Prefecto Apostóli– co, he asistido por primera vez al Sacrosanto Concilio y he sentido muy fuerte en mi interior el mandato de Cristo de predicar a todas las gentes, especialmente a estos AUCAS. Está comenzada la campaña de acercamiento ha– cia ellos pero -y ésta es mi duda- ¿hasta qué pun– to puedo exponer la vida de los misioneros, segla– res y la mía propia, propter Evangelium? Consultaba también cómo podía proceder en esta empresa en punto de colaboración con el Instituto Lin– güístico. Y concluía: Beatísimo Padre: si en los designios de Dios, fuera necesario el sacrificio de alguna vida para llevar a Cristo estas tribus, DIGNESE OFRECERNOS junta– mente con la DIVINA VICTIMA en Su Santa Misa pa– ra que seamos dignos de esta gracia y para obtener 95

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