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decididamente en tiempos de Mons. Gamboa. El encuen– tro con los Aucas era una peligrosa aventura. Ellos se habían mostrado belicosos, atacando sin ser, aparente– mente, atacados. El 1 de julio de 1958 hieren a Clemen– te Noteno (Supai Molino). En julio de 1960 matan a un quichua (San Carlos). El 20 de septiembre de 1960 ma– tan a una mujer quichua (Primavera); el 20 de diciem– bre del mismo año al quichua Mandolín (Suyuno). Al año siguiente matan a Manuel Jipa (Coca) el 11 de mar– zo y en noviembre a un quichua (Suyuno). El 9 de ene– ro de 1964 matan a la familia Alvarado-Atachi (Mandu– ro); aquel mismo mes atacan en Coca a Mónica Condo. En el mes de febrero matan en Payamino a Olimpia Avi– lés (Payamino), y allí mismo en Payamino el 18 de mayo matan a Ceferino Noteno. El 9 de enero de 1965 matan en Manduro a Aurelio Noteno, hermano de Ceferino. To– das estas fueron muertes por sorpresa, muertes causa– das por un guerrero que cree afrontar al enemigo, a ve– ces con signos de particular ferocidad. El Padre Alejandro, Prefecto Apostólico de aquella naciente Iglesia de Aguarico, tomó el asunto de los Au– cas con particular vocación. Recordemos cómo fue la expedición en búsqueda de los Huaorani, que hizo Mons. Gamboa. Esta duró del 11 al 22 de septiembre de 1964. La componían, aparte del Prefecto Mons. Gamboa, dos religiosas Lauritas y ocho indígenas moradores del río Napo. En canoa con motor fuera de borda siguieron el Tiputini rumbo ascendente. "En cinco días de navegación -siete u ocho horas cada día- llegamos felizmente hasta la desembocadura del río Rumiyacu, afluente del Tiputini. Allí establecimos el campamento y centro de operaciones. El calor y la hu– medad eran asfixiantes. Exploramos una extensa zona selvática por las orillas del Tiputini, Rumiyacu y varios de sus afluentes que en los mapas no aparecen y las tie– rras colindantes. Encontramos numerosas señales de pa– so de los nativos en ramas de arbustos retorcidas, pero ningún sendero despejado. No encontrarnos huellas de pies; las lluvias torrenciales continuas las hacen desapa- 93