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Ana, Portoviejo, Quito y Tulcán•. Con este presupuesto plantea a cada religioso una consulta sobre las casas de formación, muy concretamente sobre e] noviciado. Sabe que hay religiosos que opinan que se está llevando muy aceleradamente e] curso de implantación de la Orden con nativos; estos religiosos piensan que otras provin– cias han seguido este camino y la experiencia no ha da– do un resultado positivo. El problema es crucial en este momento. En el mes de marzo presenta, de modo conciso, el programa para el nuevo trienio, sobre unos principios que ya conocemos. ..Nuestro primer cometido debe ser afianzarnos en un profundo espíritu franciscano y capu– chino... Nuestro apostolado debe ser un rebosarse de vi– da interior... En cuanto a las obras externas de interés general para la Custodia llevará la primacía el estableci– miento de los Colegios de formación para la que conta– mos con la colaboración incondicional de todas nuestras casas y de todos nuestros religiosos... Paralelamente, conforme a ]as bendiciones de Dios, se irá desarrollando nuestro apostolado por la enseñanza en nuestras escue– las y Colegios. Como feliz augurio brillan en el horizon– te las construcciones de la Sagrada Familia y Tulcán• (7- III-64). Sobre un plan semejante insistirá cuando en sep– tiembre escribe a los religiosos para preparar la visita que va a girar por las casas. Sin duda que su gozo fue inmenso cuando el día 26 de julio de 1964 (algún día después de la fiesta de San Lorenzo de Brindis) se inauguró el Colegio así llamado "San Lorenzo de Brindis·, ocupado por un plantel de fi– lósofos capuchinos. Y antes de terminar el año, el 13 de diciembre, la bendición de1 colegio "Guillermo Rohde•, en Guayaquil, cuyos terrenos él había gestionado. El mismo día de la inauguración se comprometieron los hermanos y familiares de la insigne bienhechora Doña Maria Luisa Luque de Rohde, difunta en aquella fecha, a levantar la iglesia en la que radicará definitivamente la parroquia de la Sagrada Familia. 77