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ristas ecuatorianos, hemos podido restablecer la vi.da re– gular en este convento hasta con los tradicionales Maiti– nes a media noche, una vez por semana• (20-Xll-62). En !barra hay en aquel momento 85 seminaristas. Florece en serio, como dice el P. Alejandro, la vida religiosa con un horario exigente: 4.40 levantarse; de 5 a 7 Oficio divi– no, meditación y misa; de 7.45 a 9.45 estudio y clase; a las 14.30 Vísperas y Maitines; de 15.15 a 16.15 estudio y clase; de 16.45 a 18.15 tercer estudio y clase; de 18.15 a 19.30 rosario y meditación; a las 21.15 descanso. El P. Alejandro tuvo que desplegar toda su habilidad para recabar recursos económicos en múltiples institu– ciones a fin de llegar a la financiación de toda la obra. La terminación se iba postergando. Terminó el trienio 1961-64 y el Colegio San Lorenzo de Brindis estaba sin inaugurar. Custodio por segunda vez (1964) El 14 de febrero es confirmado en Roma el nombra– miento del P. Alejandro Labaka como Custodio por se– gunda vez, nombramiento hecho previamente en la Cu– ria provincial. Así lo comunica el superior provincial el día 21. Alejandro tiene que pensar en la orientación de su segundo trienio. El tiene un camino trazado y presumi– blemente los votos que le han dado invitan a seguir ade– lante; pero hay dificultades reales porque surge la divi– sión de criterios. El día 24 escribe el P. Alejandro: "Es de dominio público que las opiniones de los religiosos de la Custodia del Ecuador, se hallan divididas actualmente respecto a la orientación que debe darse a esta nuestra querida Custodia La opinión corriente y oficial fue ex– puesta en nuestra circular de junio pasado: Primordial– mente se debe atender al establecimiento de nuestros Colegios de formación con esfuerzo de toda la Custodia. Secundariamente y conforme a las posibilidades econó– micas de cada residencia ampliar el apostolado de la en– señanza, creando Colegios en la Sagrada Familia, Santa 76

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