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con verdadero gozo del alma dicho nombramiento (de Superior de la Misión de Aguarico), no por el Oficio, si– no porque se llenaban mis aspiraciones de volver a tra– bajar en una Misión viva·. Vinieron luego los sucesos ex– traños. "... y desde entonces no encuentro paz para mi conciencia. He procurado olvidar todo, he luchado por– que nadie note mi desconcierto, he trabajado lo que he podido en mi nuevo destino de Guayaquil, pero... No es éste mi destino. Dios me queria en el Aguarico. Debía yo haber resistido positiva y eficazmente para que no siguiera adelante aquella solicitud". Manifiesta que ha dado un mal ejemplo, que ha sentado un mal prece– dente. 70 Por todo lo que acabo de exponer, con el consejo del experimentado P. Jesuita que ha sido Provincial etc., etc. y ha tenido idénticos casos, y haciendo uso de la facultad que nos concede el capítulo Xll de nuestra Regla suplico humilde y encarecidamente que: 1) Se me destine como simple misionero al Agua– rico, porque quiero con esta voluntaria petición deshacer el mal precedente que he sentado y el mal ejemplo que he dado 2) porque quiero trabajar en Misiones vivas de Propa– ganda Pide y el Aguarico ha despertado en mí una atracción y cariño sólo superados por la atracción y cariño que guardo para nuestra Misión de Ping– liang 3) porque, a mi juicio, es necesario más sacrificio que en el actual ministerio que ejerzo en la Custodia y con más sacrificio, más soledad y más abandono y con menos halagos por parte de mis feligreses quie– ro ayudar más a la Iglesia del Silencio y, en con– creto, a la Iglesia de Pingliang y Tsingning... Hoy día no habría ninguna dificultad para mi tras– lado por parte de los seglares. A nadie se le ha ocurri– do protestar porque me hubiesen destinado a Guaya– quil y no a Pifo o a Quito... Por parte de la Custodia se aduciría la falta de personal Yo podría permanecer