BCPAM00R16-4-48000000000
ferencias misionales de todo lo que habían visto y vivi– do bajo el régimen comunista. Hubo tres vivencias particularmente intensas sobre la misión de Pinglíang. El primer hecho fue la noticia de retractación de los sacerdotes que habían dado sus nombres a la Reforma. Uno de ellos escribía al Superior regular en estos términos: "Nosotros, miserables, leímos tus tres cartas que nos escribiste el año pasado, y por ellas caímos en la cuenta de que habíamos incurrido en excomunión reservada 'speciali modo' al Romano Pon– tífice. Pero ahora, haciendo penitencia, hemos confesado nuestros delitos con toda audacia y públicamente delan– te de los cristianos y oficiales gubernamentales... ...Finalmente te anuncio una gran alegría, y es que casi todos o todos los cristianos que engañados firma– ron la Reforma, se han convertido. Los cristianos y sa– cerdotes ahora son más fervorosos que antes. La terrible persecución va disminuyendo su rigor, pero te suplico que roguéis por nosotros a1 Señor, a la Stma. Virgen, Reina de China, a Sta. Teresita y a S. Francisco Xabier, y hagáis alguna peregrinación a Fátima o a Lourdes o a Xabier para alcanzar la fortaleza para sufrir por Cristo•. Esta carta del l 9-VI-53, octava del Sagrado Corazón, es del sacerdote Mateo Kiang, hoy difunto. El sufrimiento de los misioneros no había terminado, ni mucho menos, en un fracaso, y los destinos de la misión, mejor, de la Diócesis de Pingliang quedaban en manos de Dios. Otro suceso muy significativo fue el retomo de los tres encarcelados de Pingliang. Mons. Gregario Ignacio Larrañaga, P. Pedro Bautista de Tolosa y Fr. Francisco de Zabalza. El 18 de julío fue el j uicío público en la pla– za de Pingliang ante una muchedumbre de varios milla– res de personas y allí fue decretada solemnemente la ex– pulsión del territorio nacional chino. El día siguiente, la despedida. El 5 de septiembre llegaron a Roma; allí tu– vieron entrevista personal con Pío XII. El 17 de septiem– bre llegaban a Irún, con una calurosa acogida como se deja suponer. Monseñor escogió como lugar de residen– cia el convento de Fuenterrabía, donde murió en 1975. Al final de año, del 1 al 4 de diciembre, se juntaron 62
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz