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"Hallamos toda la estación ocupada por soldados, ex– cepto una habitación; allá nos alojamos los cuatro; allá comíamos, allá recibía a la gente, allá curaba a los en– fermos. A los pocos días la policía me despachaba de la ciudad, alegando no estar en regla mis papeles. Cerca de un mes pasé en Pingliang y obtuve nuevo pase y me presenté en Tsingning; pero de nuevo me despacharon por insuficiencia de mi documentación. Volví a Ping– liang y, una vez cubiertos los requisitos que me exigía la policía, por tercera vez me presenté en la Comisaria de Tsingning. Esta vez, aunque de mala gana, me permitie– ron establecerme allí definitivamente". Tsingning tiene una mínima feligresía de cristianos, pero amplísimo campo de contacto humano. En la es– tadística de ''Actividades y frutos espirituales desde lNII/49 hasta 30NI/50. se nos informa: católicos 46, ca– tecúmenos 4, sermones 14, bautismos de niños cristia– nos 1, bautismos "in articulo mortis· 2, comuniones de cumplimiento 21, comuniones de devoción 65, matrimo– nios católicos 1, difuntos 6. En medio de una congoja de fondo el año 1950 fue próspero para la misión. Estábamos ya de lleno bajo el régimen comunista, pero con gran habilidad de momen– to las autoridades no atacaron. Se comenzó haciendo una campaña de mentalización materialista. Se ridiculi– zaba la religiosidad supersticiosa del pueblo. Las gentes sencillas, adscritas a formas de religíón sin sólido apoyo estructural en el budismo y taoísmo, quedaron a la in– temperie. Se mantenía en pie el Y Kuan Tao, de carácter político-religioso, forma bien organizada y ampliamente extendida en el país. Se resistía igualmente el Hui-hui Chiao o mahometismo, que en Kansu había sido muy fanático. La misión seguía floreciendo. En julio de 1950 llegó la fausta noticia, ya presentida: la Prefectura pasaba a ser Diócesis, y el hasta ahora Prefecto quedada designa– do Obispo, Mons. Gregorio Ignacio Larrañaga, hijo del pueblecito guipuzcoano de Aldaba. o fue fácil el viaje a Sanghai para recibir de manos de Mons. Riberi la con– sagración episcopal, a pesar de tener el elegido carta de 51

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