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venidas de España y 8 religiosas nativas oblatas de la Sagrada Familia. Los centros de misión son 13. Los ca– tólicos suman 5.004 y los catecúmenos son 500. Si va– mos a distribuir la población por el número de los sa– cerdotes a cada uno correspondería atender a 208 católicos, 21 catecúmenos y 83.166 paganos... Son las es– tadísticas que entonces se hacían. El último año recibieron el bautismo 148 adultos y hubo 493 bautismos ·m articulo mortis". Esta clase de bautismos eran los más frecuentes. La misión tiene orfanatos y ancianatos, escuelas de primaria, y tres dispensarios. El último año se han efec– tuado 54.123 curas y ha habido l.736 visitas a enfermos a domicilio. Los feligreses se encuentran muy disemina– dos. El orgullo de la misión es el seminario. En resu– men, la misión se encuentra en plena vitalidad. Ya va– rios misioneros y misioneras han dejado su vida allí, victimas de enfermedad. La misión sigue con personas generosas. La primera tarea misional, decíamos, fue bañarse en la lengua de Confucio, y allí estuvo Alejandro largos me– ses sentado contemplativamente junto a la gramática y el diccionario. Era el misionero que en su luna de miel había hecho de todo su cuerpo y alma poros para reci– bir el mensaje de aquellas gentes que amaba como el amor de su vida. Hay cartas abundantes llegadas de Chi– na. Seriamos demasiado prolijos si quisiéramos contar todo y seguirle en sus menudencias. Veamos, en un flash, cómo estudia chino. He aquí un retazo de la luna de miel. Está en Chengyuen y escribe a Felisa en su primera Navidad. •Esta es una ciudad de unos 2.000 habitantes y está muy apartada de las demás estaciones nuestras; si quiero ir a otra estación a hacer alguná visita tengo que ir andando casi todo el día o montando un borrico que tenemos en la estación. Los burros de aquí son los mis– mo que los de ahí, sólo que si les decimos tse, tse, tse co– mo les dicen ahí para que vayan más aprisa se nos pa– ran en seco. Es que no entienden casteUano, sino chino. 40