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Esta viva conciencia sacerdotal hay que anotarla co– mo un rasgo de su espiritualidad. Juntamente con ello, un profundo respeto -que era reverencia y confianza filial -a todo el que ostentase el cargo de superior. Ecce ego, mitte me Fr. Manuel de Beizama, muy capuchino -de Obispo vestirá como sotana blanca o marrón el hábito seráfi– co- es ya sacerdote, y esta es la hora propicia para en– focar su próximo y futuro ministerio. En torno a Navi– dad fue la visita canónica del ministro provincial, P. Ricardo de Lizaso, que había sido director del Colegio de Teología en el reciente trienio (1942-45), teniendo luego como sucesor al P. Lázaro de Aspurz. En la visita fueron más de uno y dos los que se ofrecieron para ser enviados a China. Alejandro manifestó su disponibilidad, más aún, su ardiente deseo, en una carta fechada a los siete dias de su ordenación. Con palabras de Isaías en el día de su vocación (Is 8,8) el recién ordenado sacerdote abre su alma. 32 Pamplona 29 -Diciembre- 1945 M Rdo. P. Ricardo de L., Provincial Pamplona Muy Rdo. y amado Padre: Paz y bien. Ecce ego, mitte me! Mi alegría seria inmensa si el Espíritu Santo se dignase escogerme, mediante su Rcia., para extender la Iglesia y salvar las almas en misiones, que propiamente puedan considerarse como tales y, sobre todo, en países de más dificultad y don– de más haya que sufrir. Me pongo incondicionalmente en sus manos para ir a donde quiera que disponga enviarme; con todo como desea saber las preferencias personales le co-

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