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Beatísimo Padre: La Conferencia Episcopal Ecuatoriana, reunida en Santo Domingo de los Colorados, para la aplicación en el Ecuador de la IV Conferencia General del Epis– copado Latinoamericano, ha recordado con cariño y veneración a quien fue miembro de este Episcopado Monseñor Alejandro Labaca Ugarte, OFMCap. Llevado de su amor misionero entregó su vida, junto con la Hna. Inés Arango, Terciaria Capuchina, el 21 de julio de I 987, a manos de quienes quería, como buen Pastor, proteger y salvar. El ejemplo de su cari– dad suprema significará siempre para los misioneros de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana un apremiante llamado a servir y evangelizar con preferencia a nuestros hermanos indígenas . Centró su labor pastoral en la dedicación a los más pobres y abandonados, con gran respeto a las culturas y con una profunda inquietud de buscar las semillas del Verbo entre aquellos a quienes quería evangelizar. Los Obispos del Ecuador fuimos testigos de sus trabajos heróicos en favor del grupo étnico más des– conocido y temido entre los habitantes de la selva amazónica: los Huaorani y especialmente la familia Tagaeri , en peligo de extinción por obra de la inhu– mana explotación petrolera. Ejemplo pastoral para todos nuestros fue su amor por ellos, la pasión y compromiso de cada uno de sus viajes, el heróico convivir con ellos en la selva en temporadas de sacrificios indescriptibles, con el ex– clusivo objetivo de acercarles el Evangelio y defen– der desde él su identidad humana y sus de rechos. Para nosotros fue motivo de redoblado agradeci– miento a Dios conocer el respaldo que a este Obispo le dieron sus hermanos misioneros y de modo espe– c ial la Hna . Inés Arango, Terciaria Capuchina, que le acompañó en varias mi siones y 1legó con él al sacrifi- 291