BCPAM00R16-4-48000000000

repúblicas más pobres de América Latina, podía mirar con inmensa confianza las fuentes de su nueva riqueza, por de pronto muy capitalizada por las empresas ex– tranjeras. Consecuencia del petróleo fue la colonización de la selva, de la franja adyacente a la carretera que iba cor– tando la jungla. El gobierno propició un gran plan agrícola mediante el IERAC, es decir, el Instituto Ecuato– riano de Reforma Agraria y Colonización. Vinieron los "colonos·, esto es ecuatorianos residentes en otras pro– vincias de la nación. Fueron particularmente numerosos los advenedizos de Laja. El gobierno asignaba lotes de explotación familiar y se fue constituyendo un régimen de cooperativas y de comunas. Muy pronto los nuevos habitantes de las selva supe– raban con mucho a los originarios. Los antiguos dueños pasaron a ser minorías. El proceso era imparable y lo sigue siendo. La selva cambia su identidad etnográfica. Si en 1965 los moradores de la selva de Aguarico eran 4.61 O (Anuario Pontificio), en 1975, de acuerdo a la mis– ma fuente, eran 19.400, más que el cuádruplo. La selva se transforma vertiginosamente. Y fueron justamente aquellos años del ritmo vertiginoso que se originó en la Iglesia, a raiz del Concilio. Y exactamente así en la Orden capuchina y los capuchinos del Ecua– dor. En el capítulo general de los capuchinos de 1964 se determinó crear una Comisión especial para poner en marcha la revisión de las Constituciones. Estas se apro– baron provisionalmente en el capítulo, convocado con tal finalidad, de 1968. Desde las nuevas leyes, por mu· cho que quisieran entroncarse con la tradición, aparecía la imagen de un nuevo capuchino. Este proceso de revi– sión y perfeccionamiento ha seguido su curso durante 20 años y esta es la hora (1988, antes del capítulo gene– ral de este año) en que las Constituciones postconcilia– res no han recibido el refrendo definitivo de la Santa Sede. Para quien mira la vida de los misioneros desde dentro, como hay que mirarla, este hecho "doméstico• de profundísima renovación de la vida franciscana es de primera importancia. 100

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz