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APÉNDICE 1 Un nuevo cronista recibe el "testigo" de Alejandro. El día 6 de abril de 1981 fue un día histórico para la Misión de Aguarico. Un grupo de Huaorani arribaron a la misión de Nuevo Ro– cafuerte con el ánimo de vivir en la civilización. Los lectores saben de la labor de acercamiento llevada a cabo por el Padre Alejandro Labaka durante estos últimos tiempos. Ahí quedan sus "Crónicas Huaorani". Mientras Alex viajaba a España para participar en el Capítulo Provincial en calidad de Superior Regular de la Misión, los Huaorani llamaban a la puerta de su casa. El Padre Juan Santos Ortiz de Villalba hizo sus veces. Días des– pués escribía al Padre Alejandro dándole cuenta del gozoso aconted– miento, y felicitándole. Nuevo Rocafuerte a 28 de abril de 1981. Alejandro Labaka Ugarte. DONOSTI. Capitán Memo: espero que para estos momentos hayas saboreado los hermosos filetes de Beizama, soñados, con tu hermano Pedro, y que hayas dado un abrazo de paz a Txomin de parte del único seráfi– co que le llegó a la sazón, licet indignus. Te escribo estas líneas bajo una lluvia torrencial y 23 fríos grados de invierno. Camilo y Gerardo llevan jerseys, y yo me he calzado las chancletas de Manuel, porque andaba con atisbos de solturas intesti– nales. Inés en el curso con moquillo, e Hilda sin excesivas grasas, arri– mada al fogón. Inés Arango un día de cama, y las niñas del internado a medía marcha. La sorpresa la tuvimos el día 6 hacia la media mañana. Llegaron Agnaento, Yaye su mujer y Yacata. En quilla desde Ahuemuro. En Gar– za Cocha quedaban Caí, Huiyacamo, Deta, Gabamo, Apamo, Oatane y Guima. Además, los loros, el mono, y el perrazo Mintaca. 171