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Signos de promoción humana. Llaman poderosamente nuestra atención los signos de promoción y bienestar, que ·se pueden observar con facilidad: Chacras: Desde que tienen herramientas, como hachas y machetes, han aumentado en todas las familias las siembras, especialmente de yuca, maíz y maní. Ya ellos mismos guardan la semilla para las futu– ras siembras, aunque siguen pidiéndome más maní, porque segura– mente se les hace mucho más difícil guardar la semilla por los niños. En nuestro viaje al Cahuimeno, donde anteriormente tenían sus vi– viendas, nos pudieron obsequiar con papayas; también tenían un se– millero de plantas de naranja, pero desconocían que se pueden tras– plantar y les enseñamos prácticamente, trasladando unas cuantas que quedaron colocadas alrededor de la casa del Dicaron. Yacata se mostró muy interesado y solícito por llevarse unas cuantas plantas a su casa. Gallinas: Han aprendido a aumentar las gallinas. Pahua nos ense– ña su gallinero, donde tiene su única gallina empollando trece huevos, mientras el gallo se pasea solitario por el yucal. Cai fue el primero que logró aumentar su gallinero con seis pollitos. También me cuentan co– sa parecida de Huimana, y de Nampahuoe, en cuya casa pudimos ver unas hermosas galUnas; Ornare guardaba los huevos en la cocina, se– guramente esperando a aumentar su gallinero y mejorar así la dieta de Nampahuoe. Carne ahumada: En todas las casas visitadas vimos que tenían re– servas suficientes de carne ahumada. En esta época los monos están gordos, y su carne es el plato preferido del Huao. Con todo, no desde– ñan las oportunidades de cacería mayor, sobre todo ahora que tienen escopetas. Nuestros lectores saben que los Huaorani ya tenían una escopeta quitada a la Compañía y que nos pedían otras. En este viaje se les hi– zo entrega de una escopeta por familia y diez cartuchos. Creemos que lo más útil para ellos es su propia cerbatana, "umena", y el curare que saben hacer; con todo, ante su insistencia les hemos regalado las esco– petas. Cepe ya se las había prometido y otras instituciones estatales, como el Ejército, han entregado estas armas a otros grupos Huaorani. Se vieron tan contentos con este regalo que, en correspondencia, nos obsequiaron otras tantas cerbatanas. Ynos parece un trueque muy justo: cerbatana por escopeta; ésta en ninguna manera vale más. 161
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