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Por fin nos aconsejan que enviemos antes de ir nosotros a algunos familiares de ellos que viven en Tthuaeno, o que nos acompañe algu– no de ellos en nuestra visita. Preguntado Peigomo acerca de la impresión que tenía de nuestras visitas a su grupo, contestó: Que les gustaba que fuéramos. Pero que estuvieron por matarme porque una de las veces no había llevado los collares que me habían solicitado; como posteriormente se los llevé quedaron contentos de nuevo. Que más tarde alguien del grupo había muerto por enfermedad y que dijeron que tenían que matarme. ¿Qué hay de verdad en estas afirmaciones? Es difícil de adivinar. Puede ser que hubiera algo, porque las reacciones de los pueblos pri– mitivos son muy raras, pero también pudiera ser que Peigomo busca– se la manera de congraciarse con el grupo de Tihuaeno, que afirmaba ser peligroso hacer las visitas. En la despedida, Peigomo me obsequió plumas de garza blanca, mientras me daba a entender que le faltaba camisa para vestir. Ante la proximidad del referéndum nacional, me regresé a Nuevo Rocafuerte. El día 22 de enero Monseñor inauguró y bendijo solemne– mente el nuevo Centro Parroquial, situado en la plaza central de lapo– blación, y al día siguiente viajamos hasta Pompeya, donde pernoc– tamos. Caminos de ecumenismo. El 24 por la mañana llegamos a Coca, e informado de la reunión anual que los misioneros del ILV celebraban en Quito, me trasladé el mismo día hasta la ciudad capital, para tratar más a fondo el problema Huaorani. El diario capitalino "El Comercio" del día anterior publicaba las consignas de Pablo VI, pidiendo acción urgente para la unidad de los cristianos: Hacer revivir nuestra fe; renovarse y reformarse; "mirar con reverencia y simpatía a los hermanos separados y, olvidando las ofen– sas y las divisiones históricas, buscar con ellos relaciones de amistad y de humana y cristiana colaboración". Estas consignas del Papa me ani– maron a la larga espera mientras me concedían la solicitada entrevista. Por fin, el día 7 de febrero, nos reunimos en una apacible y retira– da residencia, donde viven varios misioneros del Instituto Lingüístico de Verano. En esta ecuménica asamblea estuvimos congregadas las si– guientes personas: 90
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