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1~ nion: Cantenms Domino, gloriose enim magnificatt1S est· loemos, y i;obreeosalcemos a! Dios grande y misericordia: so , pues ha man ifestado Ja mas gloriosa magoificeocia ea nuestros dias borláodose de los maJigoos consejos de los bárbaros impíos, disipando Jos perversos planes de Ja re.. volucionaria i-Od~eodencia , sumergieado en Jas olas de }a desesperacion q_} Faraón con sus huestes persegui.. doras del Monacato, del Trono, y del Altar. Bendito el Señor de Israel, qae visitó, é hizo Ja redeacion de 811 Pueblo. Ea efecto, carísimos, '11eg6 el precioso momeoto de vernos en la pacífica reuoion, y gozo tranquilo de oues.. tra profesion ; ¡grande heoeficio ! ¡imponderable satis. faccion ! pero al mismo tiempo mayor tambien de nuestra parte Ja necesaria correspondencia , práctica y exácta de una observaacia, y cumplimiento de nuestros deberes religiosos Capuchinos : estos como el reino de Dios no es de sola especu lacion , y de sola conversacioo , y locua. cidad de lengua, lo q oe ésta predica realícese por las obras en sabia expresion del Padre San Ambrosio. De– cid pues con migo practicameote Ja frase de San Igoa . cio Martir: mmc incipio esse Discipui11s Cristi: En f S· ta época. en este d ia , hoy empiezo á ser hijo de Saíl Francisco , Fra)' b t\lenor C1puchioo, y Discípulo de Jern· cristo prometiendo, hlc ientlo de nuevo Jos \•otos de ohe– diencia ~ de pobreza, y d6 castidad bajo la regla del Se· ráfico Padre San Francisco, qoe prometo guardar todo el tiempo de mi vida , y bajo la ob~ervancia de las .consti· tuciones generales Capuchinas, que nos caracterizan en· tre todos los hijos del Seráfico Patriarca. Queridos nues– tros, hijos nuestros, hermanos nuestros, oo nos hagamos ya punible, y escaodrilosamente sordos a la voz, al bene– ficio, al castigo, al llamamiento de Dios; no dernos lngar a que el P. S. Gregorio diga de nosotros aquella territife expresion , ·ae que nec prceceptis fiectimur, nec ·verberibus emendamur : Vosotros con migo somos demasiado sen– 'siblemente test igos del terrible castigo coa que e~ Cie– lo justamente airado contra los hijos de los hoarbres