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13 mis oidos las declamaciones de los irreconciliables e– nemigos de los institutos religiosos , que injustamen– te aseguran haberse estos entrometido sin ser llamados al ministerio de la divina palabra. Falsos calumniado– res (si es que alguno me escucha) subi4 conmigo al mismo divino Autor del cristianismo; e'ite, para la con..;. version del mundo, escogiÓ los doce Apóstoles, á estos agregó como cooperadores los 72 discípulos, y sin em- - bargo les dice, que la mies es mucha, y. los operarios pocos messis quidem multa, operarii autem pauci. 1 Por lo que dt:bian rogar al Señor, que enviase mayor número: rogate ergo dominum mesis, ut mittat operarios in mesem suam 2 He aquí el como y el porqué son llamados los Regulares á anunciar el Evangelio; lo son por dispo.. · sicion Divina; lo son por las necesidades de la Iglesia; lo son tambien por el deseo de los pueblos, y por el ce– lo de los Prelados Eclesiásticos; como los Obispos lla• d , 1 ' _rnaron.en su ayu a a os parrocos, y estos en la suya á otros Sacerdotes y ·Clérigos, asi todo el cuerpo del Clero Sec·ular llamó á los Regulares como tropas auxi– liares en tantas incumbencias y obligaciones con que se sentían cargados. Establedda esta verdad contra. los im– píos y antireligiosos, pasemos á ver la eleccion acertada de estós jóvenes irlandeses en abrazar el Instituto Capu– chino como el mas conforme á su grande y · noble objeto. Yo bien sé que dice el Espíritu Santo, que no es buena ni parece bien· la alabanza en boca propia; pero ¿porque he d~ callar lo qué es un hec&o público, y 1 lo que refieren historiadores fidedignos, tanto pro– pios como extraños~ Todos unánimemente afirman, que parece que el Señor suscitó en su Iglesia esta nueva reforma , no solo para la conservacion de la 1 S. Luc. cap. 10 v. :i.

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