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- • ' - 1 - 1 hallan unos que con Marta, hermana de Lázaro, an- dan solicitas de la"s cos ~s exteriores . en los trabajos corporales , empleados en el bien de sus hermanos . los próximos , en quienes se _representan al Salvador, á estos han tratado los adversarios de desacredita r– los llamándolos· turbulentos , inquietos y exter}9risa– dos ·: se encuentran otros dados á la contempfacioó. con Maria , que todo su fin lo colocán en el canto de la Salmodia 'y demas divinas alabanzas, en ofre– cer oraciones y sacrificios, y en levantar su corazon al Señor para pedirle por si y sus hermanos ; á es– tos los condenan como á unos hombres ociosos é in– ú tÜes en el mundo; pero jamas podrán prevalecer contra el Evangelio que aprueba uno y otro institu– to , aunque asegura que este último· es mejor que a– quel primero, segun aquelló : Maria optimam partem elegit. ~ Pero sobre los d¿s es aquel otro que abra– -za entrambos , por tener uná -mezcla de lo activo y contemplativo. Yo hdlo figurados á los que profesan este en aqüellos obreros de Israel, que tanto celebra fa Es– critura, que aplkados con una mano· á la reedifi– cacion de los arruinados muros de Jerusalen, empu– ñaban con la otra 1a espada para defenderla de las incursiones y asaltos de sus enemigos ; porque no solo cuidan de ' la Jerusalen mística de su alma, le– vantando en ella el espiritual edificio , el muro y antemural de las virtudes cristianas y religiosas, si– no que tambi~n defienden á la Jerusafen alegó rica la militante Iglesia , con la divina palabra , mas pe– netrante que espadá de dos filos , sosteniendo á sus hijos en su sana y católica doctrina, y esmerándo- "' S • .Luc. cap. 10. v. 4'1 ~