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{ ~9 ~ fruto merecido con- los primeros sucesos de sm conquistas, en que se contenian como eo causas las mas merirorias. e Y extrañaréis rodavia OO. mios, que les recompense el Cielo tanto mérito honrándolos con la perpetuidad ele su fama , de su nombre? No: toda Ja maiignidad mundana, no potlrá jamas frustrar los designios de Ja Providencia acerca la exalracion de sus escogidos y fieles siervos : el in l empore erit respectus illornm. En vano disponen aquellos maldicientes y rebeldes chucúlos envolver en el seno de las n~gras aguas del Caroní Jqs cuerpos de nuestros dign ísimos héroes , para apartar de la vista .de los . fieles el rastro de -su sangre. La gloria de los héroes de la Religion·, dice S. Cipria– no, no se acaba con ellos mismos como la de los héroes del mundo. La Iglesia santa agradecida por los innume– r.ables hijos que le engendraron, unirá á sus nombres por me– dio de las sagradas dipticas, la inmortalidad que los ti– ranos intentáron arrebatarles. Sa madre y mia la seráfica Religion Capuchina, se gloriará eternamente de bJa_sonar y ensalzar á unos hijos, cuyas virtudes y triunfos forman el mas magnífico cuadro, que adorna en extremo el famo– so misrico Museo de sus glorias. La Nacion Española misma, á cuya conservacion y extension, se dirigieron sin cesar las fatigas y sudores de tan fieles vasallos y minis– tros, no podrá dejar de colocarlos y preconizarlos en sos famosos anales, para que transmitiéndose sus nombres de generaoion en generacion , queden inmortalizados en el reco– nocimiento de todos los siglos. Y tú , 6 mision y pue– blo santo de Caruáchi, testigo que fuiste de los sufrimien– tos de tus -padres y maestros, santificado con sus prisiones, regado con su sangre : tú singularmente distinguido entre todos lo.s pueblos limítrofes del Caroní ; tu levantarás in– cesantemente Ja voz , que reunida con !as enérgicas de 1os veinte y un miJ neófitos habitantes de tales pueblos , con sus futuros descendientes , serán unos pregoneros elocuen– tisimos de tales héroes fundadores de su verdadera religion. e Temeis acaso se pierda la semilla del E vangelio sembra– da á costa de tales sacrificios , y regada con tan digna san~