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~ 19 >- favor del Soberano; la pomposidad de aquellos mag<?stoo• sos santuarios con los preciosísirnos vasos y exquisitas ha– lajas que adornaban admirablemente estos palacios del gran Dios ( 17) ; la celebracíon de Jos divinos oficios, preces. y sacrificios , con el armonioso canto que unido y hermo– seado con los músicos instrumentos ( 18) resonaba tan á me• nudo en aquellos asilos de piedad , y manifestaba las emo– ciones de júbilo de aquellos humildes corazones á la pre– sencia de la Magestad suprema : : : ¡ Ay de mi ! : un mo– meoco fatal destruyó la obra de cuasi un siglo : todo se desapareció, todo se concluyó en la infausta sorpresa y encarcelacion de nuestros Evangelistas de paz , que reuni– dos, formaban como una sola alma de aquel 1\1uodo , dán– dole el ser y la vida , el movimiento y la felicidad. Una caterva de desastres sin fin se substituyó á tan incompa– rab!es bienes. El desorden , fuga y desarreglo mas faral de los indios ; ia total devastacion de todo género de fru– tos ; el robo y ,-iolenta expoliacion y profanacion de todo lo sagrado y précioso ; y en los sagrados temp]gs la mas silenciosa soledad ., solo interrumpida por el escándalo, por el ludibrio , por los sacrílegos atentados de aquellos mons– truos agresores : todo es llanto , consternacion y horror precursores fatales de la cruelísima muerte , con que nues– tros invictos Macabeos van á ser sacrificados al furor de los incircuncisos : solo esta generacion maldita, raza de vÍ· boras malignante , entonan erguidos con risas insultantes kus profanos cánricos , volando complacidos como el cuer– vo del diluvio , en contorno de tanto desastre : desencade· tiadas sus pasiones por la anarquía , no podrán mitigarse mientras exista nn solo justo que intente enfrenarlas otra vez. Infelices PP. y hermanos carísimos de Guayana ! : yo no pnedo menos que compadecer y llorar vuestra suerce, ~l contemplaros hechos el juguete de tan indómitas fieras. 't.'luerte ! ... ó terrible trance de la muerte ! : ¡ cuan dul– 'ce y balagileño hubieras sido para nuestros dignos Sacer· dotes , si presentándote con la velocidad del rayo ú de Ja saeta , Jos hubieses arrebatado de entre tanta barbari– -Oad ') cQrtando de una vez el precioso hilo de sus vidas!: e 2 •