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74 suitas: le salio Bien. La Francia para destruir la. reli.. gion de Jey;ucristo, y acomet_er des pues ' á toda- po<e$– tad, siguió este exemplo. En la füpafia se principió á i:enlizar e} proyecto baxo el nombre de reforma. Se hi– z.o un censo exacto del estad o regular· de tod.a la nacíon: se irnprirnió y circuló por todos los pueblos, para liue á todos constase el excesivo número de sus individüos: se hicieron venh· bulas para reunirlos y aminorarlos~ se dieron facultades sin límites , para intervenir en todos sus asunto> , y sacar ws d~fectos á la vista de otro tri– bu;rnl fuer:i del claustro: se ech<¡ron sobre gran parte de sus rentas, para p.recisados á la indigencia súma, y envilecerlos: no quedó resorte que no se moviese desde er año de nov,enta y seis' hasta el de ochocientos och~ para hacer á los reg.u!ares odiosos á los p\1eblos y des– ac:reditarlos. La misma suerte está preparada al clero secular en los planes de la Francia. Al regular se persigue , no porque sea in.Liti.l al e1tado·, sino por apoderarse de sus p1:opiedades : las del e Le ro son muy superiores {1 las de aquellos , deben pues padecer por eHe tímlo mayores persecuciones. Al regular se difama, porque pred.ica el evangelio; no pm· su excesivo número, ni aun por sus relaxaciones ponderádas ; esto le int<!resa pocó á los fi– l6sofos; antes se glorian, y se cornplacen en la pub-lica– cion de sus defectos, con· lo que piensan desacreditar el, ministerio del evangelio que predican, y dcg~ildar la re– ligion en sn SLlbstancia. El clero no goza de algun ho– nor para tales gentes. Los obispos mas sa.ntos , los ca– nónigos mas exemplar('s, los curas mas zelosos , los par– ticulares mas justificados' á todo el clero se zahiere, se critica , solo porque no contemporiza , ni se aviene á sus m~íximas. El regular en fin se ataca; porql1e mien– tras él subsista, la filosofia no prospera ni adelanta; su trono se socaba y se arruina , como e.s principio senta- . do entre estos sabios. El clero siempre ha defendido SO•