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6.¡. recer; el favor se prefirió al mérito, ·se des'atendió la virtud y· el 'valor. Por ·necesidad debieron sucederse la¡¡ rivalidades de unos gefes contra otros: zelos de los su~ balternos, insubordinaciones, batallas desgraciadas, der– rotas terribles, pérdidas incalculables. Tal es el texi– do de nuestra historia en la guerra con la Francia. Al– gunos de · los gefes se' dexaron sobornar. Los emisarios de l·a Fralilcia discurrían por los exércitos. Sembraron la discordia y la desunion , lograron separar los gene– rales que no les eran adictos, y por medio de Godoi lle– garon á poner otros mas conformes á sus miras, y i lrnestra destruccion. Ea· seguida los campamentos mas formidables se de– xan sorprehender: los castillos mas fuertes se 'venden y se entregan, sin disparar · un cafíon: grues.as divisiones; se rinden prisioneras á tropas inferiores , sin permitir;– les hacer fuego..•. La nacion se consterna; la nacioa re– clama: la nacion conoce que · Godoi y los que · él ha– bia colocado en los exércitos, estaban de acuerdo con los franceses. La corte se alborot~: se trabaja por la deposicion del ministro: las tramas de la Francia la sos– tienen. Para acállar los clamores de toda la E>pafía se publica que va á hacerse la paz. Se realiza en efecto la paz con Francia con los ar– tículos que ella dictó. Se le ceden la isla de Santo Do– mingo , y la Luisiana: se. hizo la paz mas ignominio– sa. ¿Y en qué época? Quando nuestros exércitos eran mas numerosos y aguerridos , quando la Fraflcia debi¡¡ temer mas. Entonces se manda á los soldados se reti– ren: se entregan las proviucias vascongadas para coho~ nestar nuestra ignominia y paliar la mas vil traicion. Sí : ¡ traicion ! Armamos á toda la Europa , fuimos lo~ primeros en salir á campaña para luchar con la Fran– cia : y á_ poco fuimos los segundos en separarnos de· la lid. ¡Así sacrifica un favorito pot· mantenerse en su au- .ge el honor de su patrb, de su nacion, del mismo reí

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