BCPAM00539-2-01000000000

50 ó conducido á Frnnci11. , y substituida en su !u'gar uno de la facc~on francesa. tos ciudadanos Moscati .y Serve– Jloni se asocian con Bona.parte en la empresa de desea· tolizar la Italia,, y subyugarla á la Francia. El príncipe Borghese , uno de los mas ilustres romanos era el cor– responsal de los franceses : apenas entran estos en la capital , se une á ellos: proclama de palabra , y publi– ca con sus obras la libertad é igualdad del ciudadano: se hace primer secreturio del .club de los jacobinos en· Roma , y con ellos conspira contra su patria y contra su príncipe. E stos son Jos méritos de la familia Borghese para unirse con la de ~uo¡¡¡aparte. ¡Tales son las bases sobee ·que se ha fundado su moderna grandeza! Una invasion no es una guerra : de una guerra in· • jmta jamao< puede nacer el derecho de conquista. El pue blo. que obedece á la fuerza del mas poderoso, pue– de , (cesando Ja violencia) protestarla y sacudir el yu– .go sin ser rebelde.. El príncipe no pierde sus títulos por una injusticia c¡ue reclama á la faz· de todo el mundo, y á la c¡ue no trata de oponerse en razon de su de– bilidad. Los -agentes francese~ en Roma y en toda Ira..: lia aspiraban á irritar por medio de conmociones , al- ,. boratos , saqueos , y profanaciones de templos , los :ínimos de los italianos y sus príncipes , para constituir– se ellos sus pacificadores ' dar algun colorido al pi– llage, á las muertes -y al trastorno de la religion y de los gobiernos respectivos c¡ue pretendían, c¡uedándose de este modo con el absoluto dominio. Tales ardides. 'se frustraron . El Sumo Pontífice , los príncipes de. la Ita– lia, todos sns súbditos se quedaron en expectacion , se . mantuvieron pasivos. • Otros recmsos eran necesarios. La filosofia no los es· casea ; es pródiga en sus planes , por si uno ú otro se eluden. No se dedigna baxarse , envilecerse , aparen– tar lo <c¡ue ella mas aborrece , la virtud , la humildad, la religion. Como una actriz acostumbrada á las tablas,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz